Salud mental en crisis: crece la demanda de urgencias psiquiátricas en adolescentes

Salud mental en crisis: crece la demanda de urgencias psiquiátricas en adolescentes

La situación de la salud mental adolescente en nuestro país se encuentra en un punto crítico. Cada vez más familias buscan ayuda frente a episodios graves en jóvenes, pero el sistema de atención no logra responder a la demanda. Así lo refleja un informe publicado por La Nación , que advierte sobre la saturación de los servicios de psiquiatría infantojuvenil en el país.

 

El caso de Gala, una adolescente de 14 años que protagonizó episodios de violencia súbita y conductas autolesivas, ejemplifica el problema: sus padres recibieron indicaciones médicas de consultar a un psiquiatra, pero se encontraron con una red saturada, sin turnos disponibles ni en el ámbito privado ni en el público. Según datos citados por el diario, en la Argentina hay apenas 454 psiquiatras especializados en infancia y adolescencia, frente a unos 4.000 que trabajan con población adulta.

 

La distribución geográfica de profesionales profundiza el panorama: mientras la Ciudad de Buenos Aires concentra gran parte de los especialistas, muchas provincias carecen de cobertura en esta área. En consecuencia, las guardias hospitalarias se transformaron en el primer espacio de contención, aun cuando no cuentan con los recursos ni la infraestructura suficientes para abordar situaciones tan complejas.

 

En hospitales pediátricos de referencia, como el Elizalde, se registra un incremento sostenido en las consultas de emergencia. De acuerdo con la información de La Nación, en 2019 se atendían alrededor de 139 casos anuales; hoy la cifra supera los 360, casi una urgencia por día. Los diagnósticos van desde intentos de suicidio hasta cuadros severos de anorexia o crisis asociadas a trastornos del espectro autista.

 

Frente a este escenario, especialistas como Andrea Abadi, del servicio infantojuvenil de Ineco, remarcan que reciben entre ocho y diez pedidos desesperados de atención por semana que no pueden ser cubiertos. Como respuesta parcial, se proyectan capacitaciones para psiquiatras generales y el desarrollo de herramientas digitales de acompañamiento a las familias.

 

La nota de La Nación concluye que el desafío ya no pasa solo por la formación de más profesionales, sino por la construcción de un sistema articulado que garantice accesibilidad, prevención y contención en tiempo real para los adolescentes en crisis.