La Sociedad Argentina de Pediatría alerta por el riesgo de muerte súbita asociado al colecho

La Sociedad Argentina de Pediatría alerta por el riesgo de muerte súbita asociado al colecho

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) encendió una nueva alerta: el colecho —es decir, compartir la cama entre padres e hijo— figura como un factor de riesgo en la muerte súbita infantil. Según cifras oficiales, en Argentina ocurre un fallecimiento domiciliario en menores de un año cada semana, y de esos, cerca de 73 casos corresponderían a muertes súbitas o inesperadas del lactante (MSIL).

 

La MSIL se define como la muerte de un bebé de entre 7 y 365 días que en las 24 horas previas no se anticipaba y cuyo origen se desconoce hasta tras una investigación médica y legal. Los expertos advierten que muchas de esas muertes suceden en el hogar, durante el sueño y con mayor frecuencia en menores de 6 meses.

 

El documento de la SAP destaca que en estudios locales se detecta una alta prevalencia de colecho en los casos de muerte infantil domiciliaria (69,2 %) y una fuerte asociación con factores como tabaco en el hogar, hacinamiento y bajo peso al nacer. Se alerta que dormir con el bebé puede multiplicar el riesgo: en general, la muerte súbita es ocho veces más frecuente si el bebé comparte la cama con adultos y hasta 17 veces más probable si duerme sobre un sofá. También se señala que cuanto más prolongada es la práctica durante la noche, mayor es el riesgo, por fenómenos como el estrés térmico, la obstrucción de las vías respiratorias o el aplastamiento involuntario del bebé.

 

La literatura científica internacional coincide en disuadir el colecho en situaciones de riesgo. Estudios de casos y controles han mostrado que incluso en ausencia de tabaco o alcohol en los padres, el colecho por sí solo eleva el riesgo de SMSL, especialmente en los bebés menores de 3 meses. Algunos consensos recomiendan que el bebé duerma en su propia cuna, en la misma habitación de los padres, pero sin compartir la superficie de descanso.

 

Para disminuir el riesgo, se aconseja: evitar el tabaco, el alcohol o medicamentos sedantes, dormir al bebé boca arriba, usar superficie firme y sin objetos blandos alrededor (almohadas, mantas suaves, peluches), y mantener una temperatura ambiente adecuada. Aunque el colecho puede responder a motivos afectivos o culturales, la evidencia médica coincide en que la opción más segura es que el bebé duerma en su propia cuna, cerca de sus padres, pero sin compartir el mismo lecho.