
La medicina narrativa gana espacio en la Argentina de la mano del Dr. Carlos Tajer
En la Argentina, la medicina narrativa comienza a consolidarse como un modelo alternativo y complementario en la atención de la salud. El cardiólogo Carlos Tajer, de extensa trayectoria y ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, se convirtió en uno de los principales referentes de esta corriente que busca recuperar la centralidad de la escucha en la relación entre médicos y pacientes.
Según explica el especialista, la práctica médica contemporánea corre el riesgo de quedar atrapada en la tecnificación y en la burocracia hospitalaria, dejando de lado el aspecto humano. La medicina narrativa se presenta como una respuesta: consiste en rescatar el valor de la historia personal del paciente, su relato de vida y el contexto emocional que atraviesa cada enfermedad. “La varita mágica es la escucha”, sostiene Tajer, al señalar que la mayoría de los médicos interrumpe a sus pacientes a los 18 segundos de iniciado el relato.
En el Hospital El Cruce, donde Tajer fue jefe de Cardiología, se implementaron talleres de reflexión para residentes en horarios protegidos, con el fin de promover un espacio donde los profesionales puedan detenerse a pensar sobre sus prácticas. La experiencia se replica en otras instituciones como el Hospital Italiano, el Argerich y el Austral, en el marco de la Sociedad Argentina de Medicina Narrativa, presidida actualmente por el propio Tajer.
El enfoque tiene, además, un fuerte componente preventivo. Diversas investigaciones muestran que las emociones negativas como el enojo, el miedo o la ansiedad dejan una huella física en el cuerpo y pueden actuar como factores desencadenantes de enfermedades cardiovasculares. Tajer subraya que atender ese costado invisible del sufrimiento puede ayudar tanto en el diagnóstico como en la adherencia al tratamiento.
En tiempos donde la sobrecarga laboral y el burnout afectan a los equipos de salud, la medicina narrativa propone un cambio cultural: volver a poner al paciente en el centro, pero también ofrecer a los profesionales un camino de reencuentro con su vocación. En palabras de Tajer, se trata de devolverle a la medicina “su dimensión más humana”.
Fuente: SaberenSalud.