
Hospital Durand-CABA: denuncian cierre de camas críticas mientras el Gobierno porteño asegura que es por obras
Un nuevo episodio de tensión sacude al sistema de salud porteño con el Hospital Durand como protagonista. Según denuncias efectuadas por trabajadores del nosocomio, recientemente se habrían cerrado varias camas de Terapia Intensiva (adultos, pediátrica y unidad coronaria) por la inexistencia de enfermeros especialistas, lo que tensiona aún más la capacidad operativa del centro.
Los denunciantes hablan de un proceso gradual de “vaciamiento por goteo”, que, denuncian, se prolonga desde administraciones anteriores. Atribuyen los cierres a la falta de nombramientos, salarios insuficientes y condiciones adversas de infraestructura —motivos por los cuales un número creciente de profesionales abandona el sistema público para migrar al sector privado.
En las 11 camas de terapia intensiva funcionales, aseguran, solamente 8 están operativas actualmente.
Sin embargo, la versión oficial difiere. En un comunicado previo, el Ministerio de Salud de la Ciudad afirmó que la UTI del Durand está “en obras” (por trabajos en la red de oxígeno central) y que los pacientes internados han sido temporalmente reubicados en terapia intermedia, con la promesa de retorno a la sala original luego de concluida la refacción.
El gobierno detalló que las 19 camas de UTI quedarían operativas tras las obras.
Según la administración porteña, la intervención busca optimizar la oxigenación del sistema hospitalario.
Este desencuentro entre las fuentes sindicales y oficiales ocurre en el contexto de denuncias persistentes sobre el deterioro edilicio del Durand, la suspensión de tratamientos oncológicos por fallas en ventilación, y problemas estructurales que datan de meses a años atrás.
Usuarios y trabajadores advierten que esta situación no se limita al Durand, sino que reflejaría una tendencia en varios hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Ante este escenario, la controversia central es clara: ¿se trata de un cierre técnico justificado por obras necesarias o de un ajuste sistemático que erosiona la capacidad sanitaria pública? Para resolverlo, se necesita transparencia completa: informes oficiales del Ministerio de Salud de CABA sobre obras, dotación de personal real frente a la demanda, plazos de retorno y auditorías independientes. Sólo así podría contrastarse la gravedad de las denuncias y garantizar que no se comprometa la atención de pacientes críticos.