¿Gestión pública o intereses privados?: los lazos que rodean a Guido Giana en el Ministerio de Salud

¿Gestión pública o intereses privados?: los lazos que rodean a Guido Giana en el Ministerio de Salud

La reciente designación de Guido Giana como viceministro de Salud, mediante el decreto 783/2025, ha encendido el foco sobre sus antecedentes profesionales y sus vínculos empresariales y políticos.

 

Ingeniero químico egresado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), con especialización en administración hospitalaria y gestión pública, Giana llega al cargo luego de desempeñarse como director de Administración y Finanzas del Sanatorio Güemes y como gerente económico-financiero del PAMI en la gestión de Mauricio Macri.

 

Lo que empieza a generar cuestionamientos es la afirmación de que Giana está vinculado a licitaciones con sobreprecios y empresas que aportaron campañas políticas. Por ejemplo, fuentes gremiales lo señalaron como “arquitecto” de una compra de lentes intraoculares para cataratas por parte del PAMI, donde cada unidad se adjudicó en alrededor de $230 000 cuando el valor de mercado era estimado en $35 000.

 

Asimismo, en medios se señala que su trayectoria en el sector privado (laboratorios, distribución de medicamentos) y su cercanía con el ministro Mario Lugones y el asesor presidencial Santiago Caputo refuerzan la percepción de que su llegada al Ministerio corresponde menos a un perfil técnico puro, y más a un alineamiento político-empresarial.

 

A favor de su nombramiento se considera que su experiencia tanto en el ámbito privado como público puede aportar una visión gerencial para una cartera clave en un contexto de ajustes.

 

Sin embargo, los datos sobre presuntas irregularidades y aportes de empresas contratistas al espacio político al que él está vinculado generan una tensión: ¿será esta designación una oportunidad para profesionalizar la gestión sanitaria, o un riesgo de que confluyan intereses privados y públicos sin suficiente transparencia?

 

La designación de Giana representa entonces un episodio que pone en evidencia que la administración de la salud pública se encuentra en la intersección entre eficiencia gubernamental, poder político y negocios tradicionales.