
Arsénico en el agua: Alerta sanitaria y riesgos para la salud pública
La detección de arsénico en el agua de red de numerosas localidades argentinas ha encendido una grave alerta sanitaria, impactando a aproximadamente 17 millones de personas, lo que representa un tercio de la población. Un relevamiento del Programa de Medio Ambiente de la Universidad Nacional de Rosario revela que estos millones de argentinos consumen agua con niveles de arsénico que superan los límites seguros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fijados en 0,01 mg/l.
Desde una perspectiva sanitaria, el consumo prolongado de agua contaminada con arsénico conlleva riesgos severos para el organismo. El informe del Instituto Tecnológico de Buenos Aires detalla que esta exposición incrementa significativamente la probabilidad de desarrollar Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), una enfermedad que, sin tratamiento, puede derivar en patologías graves como cáncer de pulmón, cáncer de laringe, tos crónica y fibrosis pulmonar. Además, la ingesta de arsénico se ha vinculado con el desarrollo de lesiones cutáneas, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Las provincias más afectadas incluyen Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Jujuy y Salta, donde en muchas localidades, el agua no es segura ni siquiera para cocinar. Aunque se mencionan los sistemas de purificadores como una opción para mejorar la calidad del agua, un punto crítico que no se aclara es si estos son realmente efectivos para eliminar el arsénico. Esta falta de precisión podría generar una falsa sensación de seguridad en la población, soslayando la urgencia de soluciones de fondo para esta crisis de salud pública.
Fuente: SaberenSalud.