
Argentina registra una mejora sostenida en la reducción de muertes maternas
Cada 31 de agosto se conmemora el Día de la Obstetricia y de la Embarazada, una fecha destinada a subrayar la relevancia de los cuidados prenatales y el acompañamiento profesional durante el embarazo. En este marco, nuevos datos confirman un avance positivo en la Argentina: la tasa de mortalidad materna descendió de 80 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en el año 2000 a 33 en 2023, ubicándose por debajo del promedio regional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que los controles prenatales deben iniciarse de manera temprana -idealmente antes de la semana 12 de gestación-, con un mínimo de ocho consultas a lo largo del embarazo, incrementándose en el último trimestre. Estos controles deben ser integrales, accesibles y respetuosos de la autonomía de cada mujer.
La ginecóloga Valeria Valko, de OSPEDYC, destacó que los controles “no solo sirven para detectar a tiempo posibles complicaciones, sino también para fortalecer el vínculo entre la embarazada, su familia y el equipo de salud”. En cada visita se evalúa el crecimiento fetal, la presión arterial, el peso y los análisis de laboratorio. Además, se realizan ecografías cuando son necesarias y se aplican medidas preventivas como vacunas, suplementos de hierro y ácido fólico.
Los controles también cumplen un papel educativo: se brindan pautas de alimentación saludable, recomendaciones de actividad física y señales de alarma que permiten una atención oportuna. “Este seguimiento prepara a la mujer para el parto, ayudándola a atravesar ese momento con mayor seguridad y confianza”, agregó Valko.
Está demostrado que el acceso a la atención prenatal de calidad reduce significativamente la mortalidad materna y neonatal. En este sentido, los especialistas remarcan la necesidad de sostener políticas públicas que garanticen igualdad en el acceso a la salud, promoviendo embarazos más seguros y un comienzo de vida con mejores oportunidades.
Fuente: SaberenSalud.