
20 años del Plan Nacer (luego Sumar): Elogios del Banco Mundial como ejemplo global de eficacia sanitaria y financiera
El Plan Nacer (posteriormente conocido como Sumar), implementado en Argentina hace dos décadas con apoyo del Banco Mundial, se presenta como un programa crucial que ha impactado el acceso y la calidad de la salud pública para millones de personas sin cobertura. Un reciente artículo del propio Banco Mundial destaca este programa como un «ejemplo global» de la eficacia del Financiamiento Basado en Resultados (PBF) para mejorar indicadores sanitarios, especialmente la mortalidad infantil, tras la profunda crisis económica de 2001. El testimonio del caso de Franco Tolava, un niño con cardiopatía congénita que fue atendido a tiempo, sirve como ejemplo de los logros del sistema.
El eje central del Plan Nacer/Sumar fue la introducción de un esquema que vincula las transferencias de fondos nacionales a las provincias con la atención efectiva de los pacientes y el cumplimiento de metas sanitarias predefinidas. Este enfoque supuso un cambio desde un modelo de financiación genérico («a ciegas») hacia uno que premia el desempeño, fomenta la transparencia y requiere el uso de sistemas de información detallados para el seguimiento individualizado de los pacientes. Este sistema de incentivos buscó impulsar tanto la cobertura como la calidad de los servicios de salud pública.
Si bien los resultados estadísticos del programa, como la disminución de las tasas de mortalidad, han sido ampliamente documentados y valorados por distintos gobiernos argentinos, la implementación de un modelo PBF con apoyo multilateral como el del Banco Mundial introduce elementos de análisis.
Por un lado, la efectividad del PBF para enfocar recursos en objetivos sanitarios concretos (como la salud materno-infantil o el diagnóstico de cardiopatías complejas) es un punto fuerte. El programa ha demostrado la capacidad de articular la acción entre distintos niveles de gobierno (Nación, Provincia y centro de salud) a lo largo de diversas administraciones.
Por otro lado, la colaboración con el Banco Mundial implicó la adopción de una metodología de gestión y seguimiento externa a cambio de financiamiento y asistencia técnica. Esta dinámica de apoyo y condicionalidad es inherente a los proyectos de desarrollo multilateral. El éxito del programa, medido a través de sus indicadores, está directamente ligado a la ejecución de reformas administrativas y financieras alineadas con los criterios del organismo prestamista.
En síntesis, el Plan Nacer/Sumar constituye un caso de estudio significativo sobre la aplicación de modelos de financiación por resultados en América Latina, demostrando ser una herramienta poderosa para mejorar los indicadores sanitarios en poblaciones vulnerables, aunque en un marco de dependencia técnica y financiera que es necesario considerar al evaluar la política pública a largo plazo.
Fuente: SaberenSalud.